Era una de esas serenas y despejadas tardes de mayo en las que no hace tanto tiempo, aunque para algunos los últimos meses hayan sido exageradamente largos, los aficionados culés hubieran disfrutado de una apasionante jornada de transistores para despedir la temporada en el Camp Nou más allá de que las opciones del Barça en la Liga fueran ínfimas antes del partido contra el Celta y de que, después del mismo, las matemáticas establecieran que los de Ronald Koeman ya no tienen ninguna posibilidad de llevar a sus vitrinas el trofeo doméstico más alocadamente disputado de los últimos años.
FICHA TÉCNICA
Liga Santander
FCB
1-2
CEL
Barça
Ter Stegen; Dembélé (Trincao, 70′), Araujo, Piqué (Dest, 63′), Lenglet, Jordi Alba; Ilaix (Pjanic, 85′), Busquets, Pedri (Riqui Puig, 45′); Messi, Griezmann (Braithwaite, 70′).
Celta
Iván Villar; Kevin, Carlos Domínguez, Araujo, Aarón; Fran Beltrán (Sotelo, 92′); Brais Méndez, Denis Suárez, Nolito (Solari, 69′); Aspas (Baeza, 78′), Santi Mina.
Goles
1-0, Leo Messi (min. 27); 1-1, Santi Mina (min. 37); 1-2, Santi Mina (min. 88).
Árbitro
De Burgos Bengoetxea (Comité vasco). Amonestó a Riqui Puig (Barça) y Carlos Domínguez (Celta). Expulsó por doble amarilla a Lenglet (Barça).
Incidencias
Partido correspondiente a la jornada 37 de la Liga Santander, disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.
El equipo barcelonista, inmerso en una depresión competitiva preocupante, dijo adiós a la Liga con una inexcusable derrota en su último compromiso como local. No hizo sus deberes. El agónico triunfo del Atlético de Madrid contra Osasuna en el Wanda Metropolitano y la trabajada victoria del Madrid en San Mamés desahuciaron a los catalanes de la contienda por la competición de la regularidad. El museo del Camp Nou no recibirá más trofeo este año de la sección de fútbol masculino que el de la Copa del Rey ganada hace unas semanas en Sevilla.
La temporada, resumida en 45 minutos
Koeman apostó por un sistema de tres centrales (Araujo se recuperó a tiempo tras sus molestias en el tobillo en el Ciutat de València y acompañó a Piqué y Lenglet) y dos carrileros: Dembélé en la derecha y Jordi Alba en la izquierda. Escogió a Ilaix para ocupar la vacante del sancionado De Jong. El inicio del Barça fue tan tranquilo como dominador. Sin los nervios que les acompañaron en el momento decisivo de la temporada, en el que no estuvieron a la altura, los culés encerraron a sus rivales desde el primer minuto. Un contemplativo Celta sufrió para ‘robar’ el balón a los locales, que tardaron menos de diez minutos en pisar el área de Iván Villar. Messi y Griezmann fueron los primeros a poner a prueba al guardameta gallego.
Las tuvo de todos los colores el equipo catalán hasta adelantarse poco antes de la media hora de juego. Dembélé, estimulante, puso el desequilibrio; Pedri y Busquets ejercieron de brújulas; y la línea defensiva, en el ojo del huracán tras unas recientes actuaciones poco convincentes, las pocas dudas. Fue el de siempre, Messi, desatascador de profesión, quien tradujo la superioridad del Barça en el marcador. Lo hizo tras un preciso centro de Busquets y mediante un impecable remate cruzado de cabeza. Cuando parecía que el Celta, desbordado, no encontraría la forma de frenar a los de Koeman, que se lanzaron a por el segundo, llegó el tradicional ‘regalo’ que, partido tras partido, los azulgranas han entregado a sus adversarios últimamente. Ter Stegen ni se inmutó para intentar atajar un disparo lejano de Santi Mina, vaga y lejanamente defendido por Piqué. Media ocasión visitante, un gol. Toda la temporada resumida en 45 minutos.
Otra segunda mitad decepcionante
Después del descanso, con los tropiezos decepcionantes frente al Granada y el Levante en la cabeza, el Barça no quiso repetir errores del pasado y persiguió con relativa fogosidad la victoria. Riqui Puig sustituyó a Pedri y se mostró muy participativo. Con ganas de demostrar que merece mucho más protagonismo; con una ilusión encomiable. Tres pérdidas en pocos minutos de Ter Stegen, Lenglet y Dembélé, no obstante, invitaron a la incertidumbre y la frustración en el Camp Nou. Una buena parada del portero alemán a Denis Suárez incrementó las dudas. Los minutos sucedieron sin casi ninguna novedad, los resultados de los partidos del Atlético y el Madrid se empezaron a mover y, una vez más, la inquietud se apoderó del equipo culé. Inexplicable. Las entradas de Dest, Braithwaite y Trincao fueron intranscendentes. Lenglet acabó expulsado por doble amonestación y el Celta del ‘Chacho’ Coudet, que aterrizó en la Ciudad Condal ‘enrachado’, estuvo cada vez más cómodo sobre el terreno de juego.
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El Barça se volcó para intentar ganar el partido y lo pagó caro. A pocos instantes del final, Santi Mina recogió un rechace del palo a un centro envenenado de Solari para certificar la quinta victoria consecutiva de un Celta que se quedó, con el triunfo del Betis ante el Huesca, a las puertas de Europa. Y el conjunto culé, con cinco puntos ganados de los últimos quince disputados, se despidió definitivamente de una Liga que pasó de ser quimérica a ser posible, pero que en realidad siempre estuvo muy lejos del Camp Nou.