El 25 de febrero de 2020 Francisco Trincao cumplía un sueño. Se hacía oficial su fichaje por el FC Barcelona, que dejaba al extremo cedido en el Sporting de Braga hasta el final de la temporada. En plena eclosión, maravillando a toda Europa con actuaciones portentosas en su club de formación, anotando goles antológicos. Parecía que el luso mantenía un ascenso meteórico y que su llegada a la ciudad condal podía suponer su despegue definitivo. Uno de los diamantes en bruto más preciados de un fútbol portugués ávido de nuevos talentos. Terminó el curso en la ciudad norteña confirmando su progreso y listo para la aventura de su vida.
Trincao se queda sin Eurocopa
El atacante se puso a las órdenes de Ronald Koeman para arrancar la pretemporada. El neerlandés no dudó en hacerle ficha con la primera plantilla (sin la posibilidad de fichar tampoco tenía mucho margen de maniobra). Todo eran vibraciones positivas para un futbolista que, además, recibía el premio de debutar con la absoluta el pasado 5 de septiembre. El mundo a sus pies con tan solo 20 años.
Koeman y Trincao, durante esta temporada
| EFE
DESAPARECIDO DEL MAPA
Lo cierto es que el exseleccionador de los Países Bajos dio bastante bola a Francisco en los primeros meses. Minutos de calidad, sobre todo como revulsivo, y alguna titularidad. Pero la cosa no terminaba de carburar. Al chico se le veía agarrotado, sin confianza, previsible en sus acciones. Tanto fue así que a pesar de las lesiones y de la corta plantilla fue desapareciendo hasta llegar al punto de apenas sumar 58′ minutos en los últimos ocho partidos, cuando el equipo se lo jugaba todo. No jugó ni los minutos de la basura en una final de Copa totalmente decidida desde mucho antes del pitido final.
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La última mala noticia le ha llegado en forma de no convocatoria para la Eurocopa con la selección absoluta. Fernando Santos, ante la poca incidencia del jugador con su club, ha decidido prescindir de él. Estará en la fase final de la Eurocopa sub’21. Necesita recuperar la fe en si mismo para crecer.
