Neto fue el encargado de volver a defender la portería del FC Barcelona por la lesión en la rodilla de Marc-André Ter Stegen. El brasileño tenía la papeleta de cerrar la temporada frente a un Eibar que es uno de los equipos que más centra de la Liga y que exige concentración constante. Neto cumplió perfectamente con su cometido y, además, consiguió dejar la portería a cero, algo que el Barça solo había logrado en una ocasión en los últimos siete encuentros.
Barça, borrón y cuenta nueva
El brasileño estuvo acertado en el dominio del área, en el juego aéreo y tuvo una gran intervención ante un disparo de Inui. Su larga inactividad podía complicarle la vida, pero Neto, a sus 31 años, puso de manifiesto sus tablas para echar el cerrojo a la portería.
El ex del Valencia no se situaba bajo los palos desde el 27 de enero en el partido de la Copa del Rey en Vallecas. Cuatro meses y 24 partidos después, Neto volvía a jugar y estuvo impecable. La lesión en el tobillo que le apartó cuatro partidos tampoco ha afectado en su rendimiento.
Profesionalidad
El guardameta cerró así la temporada con doce partidos oficiales disputados en los que ha encajado ocho goles. El promedio de solo 0,6 tantos recibidos por partido demuestra su solvencia y que es capaz de salir al campo centrado, pese a que siempre es difícil asumir el rol de segundo portero.
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Neto encajó con profesionalidad la decisión de Koeman de situar pronto a Ter Stegen al inicio de campaña cuando estuvo recuperado y en Ipurua puso de manifiesto que se puede confiar plenamente en él.
